Sentimientos totalmente opuestos se mezclan hasta convertirse en un sentimiento nuevo.
Amor y odio resultan en indiferencia.
El deseo de venganza y perdón se convierte en determinación. La ternura y la amargura, en dolor.
Ella siempre había sido para él una extraña mezcla de luz y oscuridad. En ocasiones, ella lo cubría de ardientes besos. Otras, lo humillaba y lo odiaba. En los contrastes no era posible el descanso.
domingo, 27 de noviembre de 2011
domingo, 6 de noviembre de 2011
miércoles, 17 de agosto de 2011
Ice princess
Era curioso ver cómo sentimientos totalmente opuestos podían mezclarse hasta convertirse en un sentimiento nuevo. Amor y odio resultaban en indiferencia. El deseo de venganza y perdón se convertían en determinación. La ternura y la amargura, en dolor; un dolor tan grande que podía destrozar a un hombre. Ella siempre había sido para él una extraña mezcla de luz y oscuridad. En ocasiones, ella lo cubría de ardientes besos, pese a que era abominable. Otras, lo humillaba y lo odiaba precisamente porque era abominable. En los contrastes no era posible el descanso.
La última vez que la vió fue el día que más la amó. Por fin era del todo suya. Por fin le pertenecía por completo, para disponer de ella como se le antojase. La última vez que la vio, el velo había perdido su misterio y sólo quedaba la carne. Claro que aquello la convirtió en un ser accesible. Por primera vez le pareció poder sentir quién era ella. Había todaco sus miembros rígidos por el frío y había sentido el alama que aún aleteaba en su gélida prisión. Jamás la había amado tanto como entonces. Ahora había llegado el momento de enfrentarse al destino, cara a cara. Esperaba que el destino se mostrase condescendiente. Pero no lo creía.
La última vez que la vió fue el día que más la amó. Por fin era del todo suya. Por fin le pertenecía por completo, para disponer de ella como se le antojase. La última vez que la vio, el velo había perdido su misterio y sólo quedaba la carne. Claro que aquello la convirtió en un ser accesible. Por primera vez le pareció poder sentir quién era ella. Había todaco sus miembros rígidos por el frío y había sentido el alama que aún aleteaba en su gélida prisión. Jamás la había amado tanto como entonces. Ahora había llegado el momento de enfrentarse al destino, cara a cara. Esperaba que el destino se mostrase condescendiente. Pero no lo creía.
jueves, 21 de julio de 2011
Love is sweet misery
De ella me atraía su esbelta figura.
Su risa de pequeña niña dulce, todavia inocente.
Y su mirada.
Miraba con ojos provocativos, sabedora del poder que ejercían.
Profundos ojos de mujer que sabe, que conoce, que entiende.
Su boca seductora.
Inconsciente de sus labios carnosos,
pedían ser tocados por dulces besos en noches de pasión.
sábado, 21 de mayo de 2011
insaciable
Chicas jóvenes de sonrisas fáciles y coches rápidos.
Minifaldas cortas. Escotes ceñidos. Vestidos ajustados. Bolsos pequeños. Tacones altos.
Medias con costura y poca ropa interior.
Tarjeta de crédito, champagne y música.
domingo, 24 de abril de 2011
Azul Añil
El olor a arena mojada le hacía estremecerse. Hacía tiempo que no sentia la frescura del agua, la sal pegada a su piel, tumabada en la arena, sintiendo el calor en su cuerpo expuesto al sol.
De niña iba todos los días del año. Se recordaba con sus gafas blancas de sol, su pamela rosa, y su cubo azul a juego con las palas. Construía palacios. Soñaba que era una princesa a la que tenian que rescatar.
Había dejado de ser aquella niña pequeña. Había dejado de ir a la playa a construir palacios y esperar que su principe la rescatara.
Se tumbaba en la arena y cerraba los ojos. Todos los recuerdos de niña le invadian la mente. Sabía que había cambiado, pero en el fondo queria seguir siendo aquella princesita.
Porque no queremos dejar de soñar con princesas rescatadas.
De niña iba todos los días del año. Se recordaba con sus gafas blancas de sol, su pamela rosa, y su cubo azul a juego con las palas. Construía palacios. Soñaba que era una princesa a la que tenian que rescatar.
Había dejado de ser aquella niña pequeña. Había dejado de ir a la playa a construir palacios y esperar que su principe la rescatara.
Se tumbaba en la arena y cerraba los ojos. Todos los recuerdos de niña le invadian la mente. Sabía que había cambiado, pero en el fondo queria seguir siendo aquella princesita.
Porque no queremos dejar de soñar con princesas rescatadas.
viernes, 15 de abril de 2011
sábado, 12 de marzo de 2011
She Was Infinite
Camina bella, como la noche de climas despejados y cielos estrellados. Y todo lo mejor de la oscuridad y de la luz se reúne en su aspecto y en sus ojos, enriquecida así por esa tierna luz que el cielo niega al vulgar día.
Una sombra de más. Un rayo de menos. Habría mermado la gracia sin nombre que se agita en cada trenza de negro brillo, o ilumina suavemente su rostro; donde pensamientos serenamente dulces expresan cuán pura, cuán adorable es su morada.
Y en esa mejilla, y sobre esa frente, son tan suaves, tan tranquilas, y a la vez elocuentes, las sonrisas que vencen, los tintes que brillan, y hablan de días vividos en bondad.
domingo, 13 de febrero de 2011
Once Upon A Time
Quiero tener tiempo para observar las estrellas. Oler cada aroma.
Ver el cielo diez minutos antes de romper a llover. Escuchar como una carcajada hace que se te quiebre la voz. Dibujar mariposas en los cristales empañados. Sentir el roce del frío en la cara.
Perderme por las calles. Saltar los escalones de todas las escaleras. Andar por la calle mirando el suelo y lo que hay en él. Estar en un bar, y que pongan música de los 60.
Tumbarme en la cama después de salir de la ducha. Despertar antes del amanecer.
Desaparecer del mundo por un instante. Correr sin rumbo fijo. Oir el silencio. Mirar fijamente a los ojos.
Saborear las cosas más dulces. Pestañear mil y una veces, muy rápido. Examinar cada nube.
Descubrir rincones escondidos. Dormir un día entero. Visitar mi subconsciente.
Despedirme del tiempo. Cantar al viento. Aplaudir a la nada. Sonreír por todo.
Bailar en un bosque. Gritar en un coche. Desordenar mi desorden. Volar como un ave libre.
Porque la vida no tiene sentido.
Ver el cielo diez minutos antes de romper a llover. Escuchar como una carcajada hace que se te quiebre la voz. Dibujar mariposas en los cristales empañados. Sentir el roce del frío en la cara.
Perderme por las calles. Saltar los escalones de todas las escaleras. Andar por la calle mirando el suelo y lo que hay en él. Estar en un bar, y que pongan música de los 60.
Tumbarme en la cama después de salir de la ducha. Despertar antes del amanecer.
Desaparecer del mundo por un instante. Correr sin rumbo fijo. Oir el silencio. Mirar fijamente a los ojos.
Saborear las cosas más dulces. Pestañear mil y una veces, muy rápido. Examinar cada nube.
Descubrir rincones escondidos. Dormir un día entero. Visitar mi subconsciente.
Despedirme del tiempo. Cantar al viento. Aplaudir a la nada. Sonreír por todo.
Bailar en un bosque. Gritar en un coche. Desordenar mi desorden. Volar como un ave libre.
Porque la vida no tiene sentido.
martes, 25 de enero de 2011
Espejismos
Me encanta el vicio, el placer, la tentación
Provocar con medias con liguero, un corsé ajustado y unos tacones altos
Sentir el encanto, el frenesí, el orgullo
Sentir el encanto, el frenesí, el orgullo
martes, 18 de enero de 2011
Kaleidoscopic
Pensando que las cosas no son como parecen, que los sueños acaban con la mañana pero, al mismo tiempo, mientras la música resuena dentro de tu cabeza, los sueños no acaban nunca. Sabes que tu historia tiene un final, lo que pasa es que es difícil atisbar cuál es el que nos corresponde.
Es triste que por no reconocer las cosas, el último sonido que oigamos sea el pitido del ascensor que indica que nuestra estancia en el hotel ha terminado. Y que nuestra vida, ésa que empezamos en esa habitación sin nombre, con el amario vacío y con la ventana abierta, ha terminado.
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