Cada día, mi despertador me recuerda que tengo que volver a la rutina. Me visto, me ducho, me lavo los dientes y desayuno. Y asi va, todos los dias igual, una cosa tras otra, rutina, aburrimiento, sensación de monotonía. Y luego llegas tú. Tengo que adivinar como te has levantado hoy, si estas bien, o estás mal. Si quieres conversar o si prefieres callar.
Está bien, jugaremos a las adivinanzas, pero solo hasta que me haga mayor.
Cuando hace frío la mayoria de las cosas van más deprisa o llegan antes, me refiero a las casualidades. Me encanta que haga frío.
Pase lo que pase nunca pierdas tu inocencia.
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